¿Que buscamos en el deporte de base?
Los objetivos que marquemos son clave para el desarollo psicológico de los jóvenes deportistas
La mayoría de las personas tenemos claro que el deporte de base y el deporte profesional no persiguen los mismos objetivos. Sin embargo, en el día a día nos encontramos que muchos “olvidan” cuáles deberían ser los objetivos en el deporte de base.
En estas edades tempranas debemos tener en cuenta que no hay la misma necesidad entre jóvenes de 8-10 años a adolescentes sobre los 14-16 años. La edad, por tanto, es una variable que debemos conocer y tener en cuenta como responsables del desarrollo de estos deportistas.
Igualmente, no todos los deportes tienen la misma repercusión mediática, ni tampoco los recursos necesarios para afrontar según que necesidades para el joven deportista y su familia.
No es lo mismo, un joven jugador de fútbol que está en un gran club de fútbol, que uno que está en el club de su pueblo y no comparemos esta situación con alguna niña o niño que juegue a un deporte más minoritario como natación, judo, etc.
A estas diferencias en nivel de recursos y la edad, también vemos como el nivel de rendimiento que tienen según que jóvenes hace que la dedicación hacia el deporte pueda pasar desde extremos de una actividad lúdica a organizar toda la logística y vida de la familia en torno al deporte del joven jugador/a.
Teniendo en cuenta todo esto, para los jóvenes deportistas, sin importar la edad, rendimiento y deporte, un objetivo básico debería ser ayudar a aprovechar el deporte para adquirir hábitos saludables, desarrollar valores que el mismo deporte implica y que se pueden transferir a la vida, como son esfuerzo, compromiso, compañerismo… Además de desarrollar y conocer su funcionamiento mental, esto les permita estar preparados para los obstáculos y dificultades que tendrán a lo largo de su vida, tanto deportiva como personal.
Para conseguir estos objetivos, el deporte debe utilizarse como un medio, no como un fin, se debe utilizar como una herramienta educativa. La cual es muy poderosa, ya que a los chavales que practican deporte les encanta poder ir al fútbol, básquet, balonmano… Y poder jugar, competir… Contra otros jóvenes, haciendo que puedan socializar con otras personas, que aprenda nuevas habilidades, etc.
Por tanto, para que esta educación y su transferencia a la vida diaria pueda desarrollarse y no caer en solo objetivos de resultado a corto plazo, tiene una gran importancia el desarrollo de la psicología deportiva dentro de estas entidades. Como un pilar más dentro del desarrollo integral de los jóvenes y ayudando a deportistas, entrenadores/as, familias a orientar cada papel siendo un apoyo para las distintas partes.
Para concluir, volvemos a recalcar la importancia de que la figura del psicólogo deportivo se encuentre integrada dentro del club para trabajar como una figura más en la planificación y desarrollo de los jóvenes deportistas. Contribuyendo a los jóvenes en buen desarrollo mental, haciendo que puedan ser adultos, sanos y fuertes mentalmente.